23 de January de 2013
El consumo colaborativo combina las prácticas de las redes sociales con los antiguos sistemas de trueque para dar como resultado una nueva manera de relacionarse con los productos y servicios que usamos. ¿Un adiós a la propiedad? ¿Un mundo nuevo está naciendo?
Según la definición del mataburros, lo original puede ser, al mismo tiempo, aquello que tiene carácter de novedad y también una vuelta al origen. Esta dualidad inherente al término, que le asigna un valor positivo al presente y a la vez marca un regreso al pasado, nos sirve de llave para entrar en el consumo colaborativo, una forma de compartir bienes (generalmente, en desuso) y servicios entre usuarios.
Tendencia, corriente, filosofía o movimiento, el consumo colaborativo propone un nuevo ida y vuelta entre la Web y el mundo físico. Dicho a groso modo, a través de plataformas colaborativas, con verticales específicos, las personas se conocen y entran en contacto para compartir o intercambiar alojamiento, un viaje en auto, una bici, ropa y juguetes de chicos, y un largo etcétera. La confianza se gana a través de la reputación que uno construye en la interacción con los demás. Sin embargo, lo interesante está en cómo los nuevos hábitos adquiridos online nos llevaron a practicar de vuelta formas del trueque.
En una entrevista para la Revista Pul, Rachel Botsman, una de las autoras de What ‘s Mine Is Yours: The Rise of Collaborative Consumption, algo así como la Biblia acerca del consumo colaborativo, dice lo siguiente: “La gente se pregunta por qué este tipo de experiencias están creciendo tanto. Y yo respondo que es porque estos comportamientos son innatos para nosotros, los desarrollamos desde la prehistoria. La sociedad fue establecida para cooperar y el consumismo, que fue esencialmente creado después de las grandes guerras del siglo XX para mantener a las economías en funcionamiento, no es más que un pequeño bache en la historia del comportamiento humano.”
En este sentido, hay un detalle simpático en la tapa del libro, una nota de color. Dentro de “Yours”, se distingue en amarillo la palabra “Ours”. Síntesis gráfica y del lenguaje donde lo “tuyo” se transforma en “nuestro”, para resaltar sutilmente una de las ideas centrales del consumo colaborativo. Según parece, la onda es acceder en lugar de poseer.
Más sobre consumo colaborativo:
Rachel Botsman en TED
Directorio de proyectos colaborativos en América Latina y España
por: Alejandro Güerri
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